EXAMEN DE CONCIENCIA
"El Caminante"
|
Aporte de: Marisa Menta
"...Volveré a mi Padre y le diré: Padre, pequé
contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, trátame como a
uno de tus siervos. Partió, pues, de vuelta a la casa de su padre. Cuando
todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión, corrió a echarse a
cuello y lo abrazó" (Lc 19,18-20)
PREGUNTAS PARA AYUDAR A REALIZAR UN
EXAMEN DE CONCIENCIA
En relación con Dios
- ¿Está mi corazón dirigido a Dios de tal manera que con verdad lo ame
sobre todas las cosas?
- ¿Me acuerdo de Él cada día para agradecerle y para ofrecerle mis
trabajos, alegrías y dolores?
- ¿Me comunico con Él en la oración y en la Misa de los domingos?
- ¿Tengo confianza en Él tratando de descubrir qué es lo que quiere de mi
vida?
- ¿O más bien creo en los adivinos y me dejo llevar por lo que dicen las
cartas, los horóscopos, las supersticiones y todos aquellos que especulan
con mi futuro?
- ¿Me he preocupado de que mi fe no se apague, sino que crezca en el
conocimiento de Cristo y de su Palabra, tal como me la enseña la
Iglesia?
- ¿He hablado irrespetuosamente de las cosas sagradas o he tomado en vano
el nombre de Dios?
En relación con el prójimo
- ¿He sido para mis hermanos causa de alejamiento de Dios, con mis palabras
o acciones?
- ¿Causé daño a la vida, a la salud o a la buena fama de cualquier
persona?
- ¿Hablé mal de alguien, criticando o chusmeando? ¿Diciendo la verdad o
con mentira?
- ¿Insulté o falté el respeto a alguien?
- ¿Maté al indefenso con el aborto o aconsejé a otros que lo
hicieran?
- ¿He hecho partícipes de mis bienes (bienes materiales, ideas, tiempo,
afecto,...) a los que tienen menos que yo o soy egoísta y no sé compartir
lo mío con otros?
- ¿He sido paciente con los demás miembros de mi familia?
- ¿He sido fiel en mi noviazgo o matrimonio, con las obras, el pensamiento,
el deseo?
- ¿Me preocupo por educar bien a mis hijos, ante todo con mi ejemplo?
- ¿Trato de vivir mi noviazgo con seriedad, dejándome guiar por Cristo y
por la Iglesia?
- ¿He actuado con sinceridad y he manifestado siempre la verdad?
- ¿Cumplo con la palabra empeñada, o miento engañando y estafando a los
demás para provecho propio?
- ¿He robado algo? · ¿He sido buen compañero en el trabajo y en el
estudio?
En relación conmigo mismo
- ¿Cómo uso mi tiempo y los dones que Dios me dio?
- ¿He tenido cuidado
de mi salud?
- ¿He cometido abusos o excesos en la alimentación o en la
diversión?
- ¿He vivido ordenadamente mi sexualidad, de acuerdo a mi estado
de vida?
- ¿He sido responsable con mis obligaciones?
- ¿Trato de mejorar o
cambiar las cosas de mi carácter que no son buenas?
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y redentor,
Yo me arrepiento de todos
los pecados
Que he cometido hasta hoy,
Y me pesa de todo corazón
porque con
ellos ofendí
a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente
No volver a pecar, y confío en que
Por tu infinita
misericordia,
Me has de conceder
El perdón de mis culpas
Y me has de llevar
A
la vida eterna
|
¿Qué pecados tengo que confesar?
Todo pecado grave que no hayamos confesado nunca o si volvimos a cometerlo
después de la última confesión. Todo pecado venial que recordemos, después
de hacer un sereno examen de conciencia. Estas faltas cotidianas a veces nos
pasan inadvertidas porque nos hemos acostumbrado a convivir con ellas. Por eso
nos ayuda examinarnos interiormente, en la presencia de Dios, para ver cuáles
son las actitudes que debemos procurar cambiar en relación a Dios, a los
demás, a las cosas...
¿Cada cuánto tiempo hay que confesarse?
La Iglesia enseña que por lo menos una vez al año, para la Pascua, y en
peligro de muerte. Pero también nos enseña que es muy conveniente confesarse
en forma habitual, aunque uno no tenga pecados graves
¿Qué debo hacer para confesarme bien?
- Primero pienso sin apuro aquellas cosas por las cuales tengo que pedir
perdón. Para esto me puede ayudar un examen de conciencia
- Me acerco al
sacerdote y puedo empezar diciéndole el tiempo que pasó desde mi última
confesión. Luego empiezo a confesar los pecados que recuerde haber cometido:
sean graves o no.
- El sacerdote me ayudará a arrepentirme de corazón y
quizás me guiará con su palabra. Luego me dará una penitencia, para reparar
el mal que hice y mostrar mi deseo de cambiar.
- Rezo el acto de contrición.
- El sacerdote me absuelve, o sea, en el nombre de Dios perdona todos mis
pecados y me devuelve la amistad con Dios.
¿Por qué debemos confesarnos?
Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella, para santificarla" (Ef.
5,25-26)
Sin embargo cada uno de nosotros -que formamos la Iglesia de Cristo- estamos
expuestos a la tentación continuamente. Y muchas veces preferimos seguir
nuestros caminos. Y no realizar en nuestras vidas las enseñanzas de Jesús. Nos
alejamos de Dios y perdemos su Gracia. Ahí es cuando necesitamos recomponer esa
relación de amistad con Cristo y reconciliarnos con Dios, nuestro Padre,
reconociendo nuestro pecados y asumiendo nuestras culpas.
¿Para qué sirve la confesión?
Para que ese pecado sea perdonado por Dios. A través de este Sacramento,
Dios, que es rico en misericordia, nos perdona y nos libra del mal. Así puedo
estrenar un corazón nuevo, un corazón de carne, renovado por la Gracia, que
será capaz de volver al camino recto y de vivir como Cristo nos enseña para
encontrarnos en paz.