El Padre nos quiere libres.

"El Caminante"


Encuentro Nº13: El Padre nos quiere libres. 

Objetivo

Descubrir cuales son aquellas esclavitudes que nos impiden realizarnos como personas, según el proyecto del Padre. 

Û De ideas.

+ Vamos a compartir una pequeña historia, la podemos leer en grupos pequeños pero la lluvia de ideas la hacemos todos juntos.

·         ¿Qué tiene que  ver esta historia con la vida de los adolescentes y jóvenes?

Procurar que todos participen. El animador también puede realizar alguna otra pregunta que ayude a comprender y relacionar la historia. 

Personalización.

·         El animador hará la siguiente pregunta que deberán responder cada uno: ¿Cómo podemos evitar la situación del hombre de las manos atadas?

·         ¿Qué lugar ocupa Dios en esta liberación? 

&Encuentro con la Palabra.

Gálatas 4, 1-11

            + Somos hijos, somos libres. La libertad es responsabilidad, es la posibilidad que me da Dios de ser el artífice de mi propia existencia. Lo seré realmente  si tomo en serio la vida que Dios me regaló.

            + Porque vivir  en la esclavitud si fui pensado, amado y creado para la libertad.

            + Sé realmente lo que me está destinado.

            + ... 

¼Mi respuesta a la Palabra.

* A la luz de la Palabra, vamos a elaborar entre todos una pequeña lista de cosas que hoy nos esclavizan y vamos a poner cuales son las que son más difíciles de liberarnos, luego vamos a pedirle al Señor nos ayude a crecer en libertad.

El hombre de las manos atadas

Erase un hombre como todos los demás. Un hombre normal. Una vez llamaron repentinamente a la puerta. Cuando salió se encontró con sus amigos. Ellos le ataron las manos. Le dijeron que así era mejor, que así con sus manos atadas no podía hacer nada malo (se olvidaron de decirle que tampoco nada bueno). Y se fueron dejando un guardián en la puerta para que nadie pudiera desatarlo.

            Al principio se desesperó y trató de romper las ataduras. Cuando se convenció de lo inútil que eran sus esfuerzos, intentó poco a poco acomodarse a la nueva situación.

Poco a poco consiguió acomodarse para seguir subsistiendo con las manos atadas, y empezó a olvidarse que antes tenía las manos libres.

            Pasaron muchos años, su guardián le comunicaba lo que sucedía afuera. Un día sus amigos sorprendieron al guardián  entraron en la casa y rompieron las ligaduras que ataban las manos del hombre,  ya eres libre le dijeron. Pero habían llegado demasiado tarde. Las manos del hombre estaban totalmente atrofiadas.


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