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Guía para profundizar la "Novo Millennio Ineunte" |
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FICHA 1: Un rostro para contemplar |
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el punto 16 de la NMI, desde nuestra experiencia y nuestra meta de
prepararnos cada vez mejor en nuestra misión de animadores:
"Queremos ver a Jesús " (Jn 12,21). Esta petición, hecha al apóstol Felipe por algunos griegos que habían acudido a Jerusalén para la peregrinación pascual, ha resonado también espiritualmente en nuestros oídos en este Año jubilar. Como aquellos peregrinos de hace dos mil años, los hombres de nuestro tiempo, quizás no siempre conscientemente, piden a los creyentes de hoy no sólo " hablar " de Cristo, sino en cierto modo hacérselo " ver ". ¿Y no es quizá cometido de la Iglesia reflejar la luz de Cristo en cada época de la historia y hacer resplandecer también su rostro ante las generaciones del nuevo milenio? Nuestro testimonio sería, además, enormemente deficiente si nosotros no fuésemos los primeros contempladores de su rostro. El Gran Jubileo nos ha ayudado a serlo más profundamente. Al final del Jubileo, a la vez que reemprendemos el ritmo ordinario, llevando en el ánimo las ricas experiencias vividas durante este período singular, la mirada se queda más que nunca fija en el rostro del Señor. Se nos pide hacer ver a Jesús:
¿Cómo hacer ver a Cristo si no lo contemplamos? Esa es la pregunta y el desafío que nos presenta el Papa. (17) La contemplación del rostro de Cristo se centra sobre todo en lo que de él dice la Sagrada Escritura que, desde el principio hasta el final, está impregnada de este misterio, señalado oscuramente en el Antiguo Testamento y revelado plenamente en el Nuevo, hasta el punto que san Jerónimo afirma con vigor: " Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo mismo ". Para esta semana les sugerimos leer los puntos 17 y 18, y hacer unos minutos de oración con las lecturas del Evangelio de la misa de cada día. Pueden encontrar las citas en las agendas de las editoriales cristianas o el "Hoja del Domingo" |
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