Entre Ríos - Argentina

         

Página de inicio>>Movimientos>>Cursillos     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD

 

¿Que es Cursillos de Cristiandad ?

“Los Cursillos de Cristiandad son un instrumento suscitado por Dios
para el anuncio del evangelio en nuestro tiempo” (Juan Pablo II)

Cursillos de Cristiandad es un movimiento de Iglesia con carisma propio en el campo de la evangelización y del acercamiento al mundo no creyente del Evangelio que posibilita la vivencia y convivencia de los contenido esenciales de la fe cristiana.

Con un estilo vivencial, sencillo y cordial, buscando propiciar en quienes asisten a un Cursillo una conversión inicial, animando a desarrollarla y profundizarla insertándose después en algún grupo, comunidad o servicio eclesial, de modo que contribuya a tomar conciencia responsable de la dimensión humanizadora y salvadora de la fe que será siempre compromiso en la vida concreta.

  • Un curso de breve duración de actualización sobre Jesucristo y el Cristianismo 

  • Son tres días en régimen de internado, con un objetivo vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano. 

  • Es una experiencia personal y por ello tan difícil de explicar, que puede marcar el rumbo de toda una vida.

  • Es la experiencia de vivir en Comunidad el cristianismo. Se ha dicho "la comunidad cristiana formada durante el cursillo es muy similar a la de los primeros días de la Iglesia" 

  • La realización del cursillo de Cristiandad no supone pertenencia a ninguna comunidad particular, tan sólo ser miembro de la iglesia universal. No exige ningún compromiso nuevo, más allá de las propias exigencias de nuestra Fe.

 Cursillista: Necesitamos tu dirección E-Mail para comunicarnos por este medio. Envíala a obispadogualeguaychu@yahoo.com.ar  Te tendremos al tanto de todas las novedades.

 
 

GUÍA  DEL  PEREGRINO

  
 

Noticias

Espaldarazo del Papa a los Cursillos de Cristiandad, hoy en 60 países

«Seguid con confianza el camino que habéis emprendido» 

CIUDAD DEL VATICANO, Mayo 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ofreció este sábado su aliento al servicio que ofrecen los Cursillos de Cristiandad, nuevo movimiento eclesial presente en 60 países de todos los continentes y en 800 diócesis.

«La pequeña semilla arrojada en España hace más de cincuenta años se ha convertido en un gran árbol rico de frutos del Espíritu», reconoció el pontífice aludiendo a los orígenes de esta experiencia eclesial.

La idea-base de su camino espiritual es el cursillo: un retiro de tres días en el que se invita a quienes están en búsqueda de Dios para anunciarles las verdades fundamentales de la fe cristiana. Una idea experimentada por primera vez en 1948 con una peregrinación de jóvenes a Santiago de Compostela. 

La experiencia se ha propagado por todos los continentes, y hoy día ha sido vivida por más de ocho millones de personas en todo el mundo. 

Juan Pablo II recordó junto a los representantes del movimiento la reflexión que lanzó al reunirse con los nuevos movimientos en Pentecostés de 1998: la necesidad de «crecer en la conciencia y en la identidad eclesial».  

En esta perspectiva, los Cursillos de Cristiandad han dado recientemente un paso importante: la petición del reconocimiento canónico y de la aprobación de los propios estatutos por parte de la Santa Sede.  

Juan Pablo II recordó en el encuentro de esta sábado otra importante etapa que vivió este movimiento en el año 2000: la tercera «Ultreya» mundial, encuentro mundial de sus representantes que saca su nombre del grito (significa «adelante») que animaba a los peregrinos que iban a Santiago.

 Ante el sorprendente crecimiento de esta realidad eclesial, el obispo de Roma invitó a sus miembros a ser «testigos valientes de la "diaconía de la verdad" y a actuar con la "fuerza de la comunión"».  

Indicó que el anuncio kerigmático que constituye el corazón del movimiento no es otra cosa que «fijar la mirada en el rostro de Cristo» como ha invitado él mismo en la carta apostólica «Novo Millennio Ineunte».  

Y recordó que esta mirada comporta «fiarse del primado de la gracia para emprender un camino de catequesis y de oración, de conversión y de santidad de vida», cuyos frutos serán «un sólido sentido de pertenencia a la Iglesia y un renovado impulso de evangelización en los ambientes de la vida y la actividad cotidiana».  

«¡Queridísimos cursillistas! --concluyó--. Seguid con confianza el camino de formación y de vida cristiana que habéis emprendido con tanta generosidad. ¡Duc in altum!». 

 

 

GUÍA DEL PEREGRINO

 

Oraciones

ORACIÓN PREPARATORIA

Todos: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Lector: Envía tu Espíritu, para darnos nueva vida.
Todos: Y renovarás la faz de la tierra.
Lector: Dios, que iluminas los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, danos gustar de todo lo recto según el mismo Espíritu, y gozar para siempre de sus consuelos. Por Cristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Lector: Madre de la Divina Gracia.
Todos: Ruega por nosotros.
Lector: San Pablo.
Todos: Ruega por nosotros.

 

 

ACCIÓN DE GRACIAS

Lector: Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios. A ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.
Lector: Madre de la Divina Gracia.
Todos: Ruega por nosotros.
Lector: San Pablo.
Todos: Ruega por nosotros.

 

 

ORACIÓN DE LA MAÑANA

Todos: Tú, Jesús eres fuente de la vida y la luz que hacia el Padre nos conduce: que en la nueva jornada de trabajo, a tu paz se dirijan nuestros pasos. Ante el mundo seamos testimonios de tu reino de amor y de justicia y así crean los hombres que has venido, en nombre del Padre a darnos vida. Gloria a ti, Padre amado y a tu hijo el Señor Jesucristo, nuestro Hermano, y al Espíritu Santo, que en nosotros, glorifica tu nombre por los siglos. Amén.
Al Rey de los siglos, inmortal e invisible, a solo Dios honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén
Lector: Señor, Dios omnipotente, que nos has hecho llegar al principio de este día, fortalécenos hoy con tu virtud, para que no caigamos durante el día en pecado alguno, sino que todas nuestras palabras, pensamientos y obras se dirijan a practicar tu santa ley. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en unión del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos.
Todos: Amén.

Intercesiones

Lector: Concédenos que este día transcurra en la paz y en la alegría, para que, llegada la tarde, podamos alabarte con el corazón agradecido.
Todos: Danos tu Espíritu, Señor.
Lector: Enséñanos a descubrirte en todos nuestros hermanos, especialmente en los más pobres e inútiles a los ojos del mundo.
Todos: Santifica a tus hermanos, Señor.
Lector: Que te bendigamos a lo largo de este día y alabemos tu nombre en todas las cosas.
Todos: Señor, danos tu amor.
Lector: Unamos nuestros corazones y nuestras voces para decir a nuestro Padre, con humildad y confianza, la oración que Jesús nos enseñó:
Todos: Padre Nuestro...

Oración

Todos: Dios todopoderoso y eterno, que nos animas a llamarte Padre: confirma en nuestros corazones el espíritu de adopción de hijos, para que merezcamos recibir la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

A la Virgen Santísima

Todos: Señora y Madre mía. Yo me ofrezco del todo a Vos. Y, en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra.

Al Ángel de la Guarda

Todos: Ángel de Dios, bajo cuya custodia me puso el Señor con amorosa piedad: a mí, que soy vuestro encomendado, alumbradme hoy, guardadme, regidme y gobernadme. Amén.

Ángelus

- El Ángel del Señor anunció a María
- Y concibió por obra del Espíritu Santo
   Ave María...

- He aquí la esclava del Señor
- Hágase en mi según tu palabra
   Ave María...

- El verbo se hizo hombre
- Y habitó entre nosotros
   Ave María...

- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
- Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oración

Lector: Rogámoste, Señor, infundas en nuestras almas tu gracia, para que, habiendo conocido por el anuncio del Ángel, la Encarnación de Cristo, tu Hijo, lleguemos, por su Pasión y su Cruz, a la gloria de la resurrección. Por el mismo Cristo, nuestro Señor.
Todos: Amén.
Lector: Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

ORACIÓN DE LA NOCHE

Lector: Dios mío, ven en mi auxilio.
Todos: Señor, date prisa en socorrerme.
Lector: Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Lector: Llegamos  al final de esta jornada que Dios nos ha concedido. Reconozcamos humildemente nuestros pecados.

Examen de Conciencia

- ¿Cómo he vivido este día? (silencio)
- ¿Qué he hecho o dejado de hacer hoy, por lo cual tengo que pedir perdón a Dios y a mis hermanos? (silencio)
- ¿Qué he dado, aceptado o sufrido por lo cual tenga que dar gracias a Dios? (silencio)

Acto de Contrición

Todos: Pésame, Dios mío...
Lector: Señor, ten misericordia de nosotros
Todos: Porque hemos pecado contra Ti.
Lector: Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Todos: Y danos tu salvación.
Lector: Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

Himno

Gracias, por al fin del día
podemos agradecerte
los mérito de tu muerte,
y el pan de la eucaristía;
la plenitud de alegría
de haber vivido tu alianza
la fe, el amor, la esperanza,
y esta bondad de tu empeño
de convertir nuestro sueño
en una humilde alabanza.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo,
Gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

Invocaciones

Lector: En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Todos: Tu, el Dios leal, nos librarás.
Lector: Sálvanos, Señor, despiertos; protégenos mientras dormimos.
Todos: Para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

Oración

Señor Jesucristo, que eres manso y humilde de corazón y ofreces a los que vienen a Ti un yugo llevadero y una carga ligera; dígnate, pues, aceptar los deseos y las acciones del día que hemos terminado; que podamos descansar durante la noche, para que así, renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu, perseveremos constantes en tu servicio. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Oración a la Virgen

Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro,
Oh, Virgen gloriosa y bendita. Amén.

 

 

ORACIONES PRINCIPALES

Señal de la Cruz

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Ave Maria

Dios te salve, Maria; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa Maria, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Credo

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa Maria Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos; y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Acto de Contrición

Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. 
Pésame por el infiernos que merecí, y por el cielo que perdí.
Pero mucho más me pesa, porque, pecando, ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente no pecar más, y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén.

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
A Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh clementísima! Oh piadosa! Oh dulce Virgen Maria!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Yo Confieso

Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa Maria, siempre Virgen, a los Ángeles, a los Santos, y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mi ante Dios, nuestro Señor.

Himno de Alabanza: El Gloria

Gloria a Dios en el Cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias.
Señor Dios Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor Hijo único, Jesucristo; Señor, Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre:
Tu que quitas el pecado del mundo ten piedad de nosotros;
Tu que quitas el pecado del mundo atiende nuestra súplica;
Tu que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros.
Porque sólo tu eres Santo, sólo tu Señor;
Sólo tu Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

 

 

Obispado de Gualeguaychú: Chalup 30 (2820) - Tel. 03446-426336 - Fax 03446-433284

Diseño y Programación: Pedro Brassesco y Luciano Fiorotto